Diálogo de Matarazas

nunDiálogo de Matarazas

o bien

diálogo de ciegos, sordos y locos

–por supuesto: un diálogo de terror que jamás ocurrió,

como tampoco nada que se le pareciere–

 

–No tenés que hablar con ese Padre, cambiá de director.

–Pero ¿por qué? Si me hace bien…

–No te hace bien.

–Sí me hace bien.

–No te puede hacer bien.

–Pero, si me hace bien, ¿cómo que no me puede hacer bien?

–No te puede hacer bien, porque tiene mal espíritu.

–¿Cómo va a tener mal espíritu si me hace bien?

–Como tiene mal espíritu, no te puede hacer bien.

–Pero yo experimento que me hace bien: me ayuda a amar más a Dios y al prójimo, me da criterios para vivir virtuosamente, para ser más generosa y sacrificada…

–Vos tenés juicio propio.

–Pero eso no es juicio propio, es un hecho que constato y estoy dando razones.

–¿Ves? Sos soberbia.

–¿Por qué?

–Porque no aceptás lo que te decimos.

–Pero no puedo negar lo que veo.

–Ahí está: ese Padre te saca la confianza en las Superioras.

–¡No! Son Uds. las que me hacen perder la confianza porque me niegan la evidencia.

–¿Ves? No confiás en las Superioras. Entonces el Padre te hace mal. Si confiases en las Superioras, dejarías de hablar con ese Padre.

–Pero ¿por qué?

–Porque tiene mal espíritu.

–Pero ¿cómo alguien que tiene mal espíritu me puede hacer bien?

–Por eso: como no te puede hacer bien, tenés que cambiar.

–Pero, ¿no será que el planteo es al revés: dado que me hace bien, no tiene mal espíritu y por lo tanto no tengo que cambiar?

–Vos juzgás a las Superioras.

–Yo no estoy juzgando a las Superioras.

–Pero no seguís lo que te decimos, porque pensás que estamos equivocadas. Te ponés a razonar y, por eso, te equivocás.

–Yo no dije que están equivocadas: dije simplemente que mi experiencia personal es otra. Y di argumentos.

–¿Ves? Vos tenés juicio propio. Te manejás sola y no te dejás guiar por las Superioras. Sos soberbia. Si fueses más humilde, seguirías las indicaciones que te damos, y cambiarías.

–Es que no hay motivo. Si el Padre me hace bien.

–Es que no te hace bien, vos te engañás.

–Sí me hace bien.

–¿Ves? Tenés juicio propio.

–Pero, ¿por qué juicio propio?

–Porque no seguís las indicaciones que te damos y confiás más en el Padre que en nosotras.

–Pero una cosa es el fuero interno, lo propio de la dirección espiritual, y otra cosa el ámbito del diálogo con las Superioras.

–Si no nos abrís el alma, eso quiere decir que no tenés confianza en las Superioras y no sos una buena religiosa. Si confiás más en el Padre que en las Superioras, no sos una buena religiosa.

–Pero no se trata de «más» o «menos», sino que son ámbitos distintos.

–Tu actitud muestra que tenés mal espíritu.

–¿Por qué?

–Porque no obedecés.

–¿En qué cosa no obedezco?

–En que tenés que dejar de hablar con ese Padre.

–Pero eso no cae propiamente bajo la obediencia, tengo libertad para elegir con quién hablar las cosas de mi alma.

–La persona que es obediente de verdad, sigue hasta las preferencias de la Superiora y cumple sus deseos incluso sin necesidad de que se los exprese de manera explícita.

–Pero estos deseos se extienden a un ámbito que no corresponde.

–¿Ves? Tenés mal espíritu.

–¿Por qué?

–Porque juzgás a las Superioras.

–Pero ¿Ustedes no están juzgando al Padre?

–Nosotras somos las Superioras y tenemos que velar por las súbditas.

–Bueno, entonces quédense tranquilas: el Padre me ayuda y me hace bien.

–¿Ves? No te ayuda ni te hace bien.

–¿Cómo que no?

–Y, no. ¡Si tenés mal espíritu! Entonces, el Padre también. Es como dijimos, ¿viste?

–Pero ¡si me hace bien!

–No te puede hacer bien.

–¿Por qué?

–Porque tiene mal espíritu.

–¿Y Ustedes como lo saben?

–Nos damos cuenta, porque no confiás en las Superioras.

–¿Pero por qué dicen que no confío en las Superioras?

–Porque querés seguir hablando con ese Padre.

–¿Y por qué no debería?

–Porque no te puede hacer bien.

–¿Por qué?

–Porque tiene mal espíritu.

–¡No entiendo nada!

–Porque sos soberbia.

–¿Por qué soy soberbia?

–Porque no cambiás de director.

–¿Por qué tengo que cambiar?

–Porque tiene mal espíritu.

–¿Cómo lo saben?

–Porque no confiás en las Superioras.

–¿Y por qué no confío?

–Porque no cambiás de director.

–¿Por qué tengo que cambiar?

–Porque tiene mal espíritu.

                   ∞

… “en esto hay algo asombroso, que vosotros

no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos.

Sabemos que Dios no oye a los pecadores;

pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.

Desde el principio jamás se ha oído decir

que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento.

Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada”.

Respondieron ellos y le dijeron:

“Tú naciste enteramente en pecados, ¿y tú nos enseñas a nosotros?”

[…] Algunos de los fariseos que estaban con Él oyeron esto y le dijeron:

“¿Acaso nosotros también somos ciegos?”

Jesús les dijo: “Si fuerais ciegos, no tendríais pecado;

pero ahora, porque decís: “Vemos”, vuestro pecado permanece.

(Jn 9,30-34.40-41)

 

Johannes a Sensu Communi

21 comentarios en “Diálogo de Matarazas

  1. Lo peor de todo es cuando las superioras de «una congregación de Pluton » no solo eligen a las subditas el director espiritual (eso es claramente manipulación de conciencia, ya que el derecho canónico dice que no se puede forzar a un subito a elegir a tal o cual padre), sino cuando pretenden usar al director para que apruebe sus caprichos y necedades, y quieren que el director espiritual limite su cerebro a los confines cerebrales de ellas. Inclusive hablando con los superiores religiosos del director espiritual y usarlos como grupo de presion, como si fuesen la Campora, asi el director se ve «obligado » a decirle a su dirigida lo que dice su superiora. Esto es aún màs aberrante ya que va directamente contra el Derecho canónico y el Magisterio de la Iglesia

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  2. Ud o Uds ,no sé, invocan a Castellani en la portada. Eso me hace reflexionar que podrían tomar la misma actitud que él. Me refiero a lo que hace cuando escribe la carta a los superiores que luego se imprimieron en el libro SEIS ENSAYOS Y TRES CARTAS. .Allí Castellani hace una crítica tremenda a sus superiores. Crítica que se hizo pública,no sólo en su contenido sino también en su autor y destinatarios. Nada de psedónimos ni parábolas sino lenguaje claro y llano. Fue muy valiente. Qué era lo máximo que podía pasar? que lo corrieran….así lo hicieron.Que lo suspendieran a divinis?….así lo hicieron. Pero todo salió a la luz y ahora Castellani brilla en el cielo y en la memoria de todos nosotros. Si realmente quieren hacer el bien a otros y creen que hay cosas que todos deberíamos saber….que se sepan pues. En cuanto al diálogo de matarazas, me hace acordar a los diálogos que tengo con mi marido. Tengo dos opciones: o pensar que mi marido es un manipulador y quebrar mi matrimonio o tratar de convivir con las miserias humanas de ambos los dos preservando siempre mi libertad interior ante Dios.

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    • Estimada Juana: SD ya ha respondido claramente, con ocasión de otros comentarios, a su incisivo cuestionamiento. La invitamos a leerlos atentamente, como así también las demás entradas. Usted parte de un presupuesto que es, por lo menos, gratuito.
      Por otra parte, a nadie escapa que son cosas muy distintas un matrimonio y la vida de una comunidad religiosa. Y a nadie escapa que para algo está el noviazgo. Como a nadie escapa que si una persona A se casó con la persona B y al otro día descubre que B era, en realidad, C, la validez del matrimonio queda seriamente en cuestión. Como asimismo a nadie escapa que todos, y todas, tenemos obligación moral de procurar vivir la virtud y, en la medida de lo posible, de hacer ver a quienes no ven, puesto que la verdad hace libres. Por cierto, dudamos que Ud. tenga voto de obediencia a su marido, en el caso de ser Ud. verdaderamente quien dice ser (es muy difícil que un marido razone como razona la que lanza la prohibición en este escrito: tendría una psicología netamente femenina), y más aun que la sujeción matrimonial la obligue a ver sapos con rulos, si es que su marido, en el hipotético y no deseado caso de haber perdido el juicio, así lo considerare. De todas maneras, le deseamos sinceramente todo bien en su matrimonio y en la procura de la virtud. Cordiales saludos.

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    • Estimada Juana:

      Sepa disculparnos si no damos la cara. Lamentablemente nos cuesta olvidar la doctrina que nos ha enseniado el Supremo, pues El es especialista en no dar la cara amparandose en el «jesuitico» principio de la restriccion de conciencia. El Supremo dice lo mismo que usted : «hay que dar la cara » «hay que ser sinceros » «habla todo, no te guardes nada «. Uno sigue su consejo y dice todo lo que tiene adentro. Cual es la conclusión? El Supremo te tacha de «resentido». Uno busco sincerarse, hablar con humildad, hablar de hijo a padre. Pero no, el Supremo nunca va a tener la humildad de decir : «nos equivocamos» sino que va a justificar lo injustificable y hasta va a perseguire a las víctimas si sus agresores son «renombrados sujetos» (como en el caso de su defensa del Irreprochable, donde puso en la lista negra a algunas de las víctimas del abuelito besucon). Por eso Juanita, sepa disculparnos. Ya hemos dado la cara en su momento y nos han querido cortar la cabeza. Ahora damos la cara ante las autoridades competentes y algunos escriben estas «parabolas » en las cuales no importa quien las escribe sino que es lo que esta escrito, pues como dice el Angelico : toda verdad viene del Espíritu Santo. Esto se aplica también a las verdades anonimas. Saludos

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      • Ruso32, tenés toda la razón… también yo he hablado con total sinceridad, y durante un tiempo – bastante – le creí al Supremo, pensé que era sincero… para terminar dándome cuenta que ha cada uno que iba a hablar le decía lo que este quería escuchar, para terminar dándome cuenta que no había ningún deseo de poner remedio, para terminar dándome cuenta que había que salvar las apariencias de la hermandad a toda costa, para terminar dándome cuenta que ya no valía la pena seguir hablando con un energúmeno así (…idem respecto de su séquito, quienes me macanearon durante años…)… No, Señores… «la pelota no se mancha», cioè, con la verdad, con la dignidad y vocación de sacerdotes y consagrados no se juega; pero los «sacerdotes de Moloch» no tienen escrúpulos, ellos están dispuestos a «seguir mandando al muere» (textual de uno de los eternos) a quién haga falta.

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  3. Recordad que las matarazas tienen un gallo asesor ( uno de los inmortales) que les pasa formato…listas…relato… De esa manera las eternas matarazas justifican la aniquilación del juicio (obediencia de juicio tal vez?)
    De todos modos entre ellas todavía quedan algunas con sentido común.
    Esperemos de ellas salga una Teresona.

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  4. Igual, no se hagan drama Matarazas ya que el Teólogo Respondón fundó también para ustedes un loquero… si después de ir una y otra vez contra la realidad pierden el juicio, tranquilas… hay una piecita llena de libros piadosos, psicofármacos, tiempo para caminatas y largas charlas con alguno de los directores con plenas credenciales, … que los espera! … no olviden que la vida aquí es un anticipo del zielo!

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  5. Cómo será la locura matarásica que cuando uno se enteraba de cosas sucedidas en el manicomio-gallinero le generaba un enfermo alivio a uno, están mucho peor que los gallitos. Consuelo de tontos.
    Simplemente la ley del discípulo formateado, discípulos formateado de discípulos formateados, es entrar en una caja que está adentro de una caja, el «thinking out the box» a la inversa, el resultado cada vez más loco y enfermo.

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    • Es un pseudónimo. Pero como es «defensora» del «buen espíritu», entonces la ocultación de su verdadera identidad es legítima y no es la expresión de un serio desequilibrio mental, como ocurre, según los eternos, en el caso de todos los que ellos consideran enemigos.

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  6. Hace ya muchos, muchos años, se armó flor de revuelo entre las matarazas. La mataraza superiora, de ascendencia alemana, era bastante cuadrada. Evidentemente cumplía con el requisito esencial para manejar el gallinero.
    Parece que luego, en el gallinero, la que no era bueluda (es decir, que tenía alas para volar… no piensen otra cosa) pasó a ser fea… o nadalinda.
    Lo de los directores espirituales fue gravísimo. ¡De qué manera les prohibieron hacer dirección con tal o cual cura! Y el revuelo siguió.
    Muchas que no eran consideradas dóciles de espíritu hicieron las valijas y se fueron a vivir cristianamente. Otras se dieron cuenta tarde de la locura.
    De esa primera superiora de ascendencia alemana, se supo que se volvió a sus pagos. Pero fue muy grande el revuelo que causó.

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    • Padre Alinde, si mal no recuerdo, el motivo de esa gran primera «crisis» o como se quiera llamar al episodio o período que Ud. trae a colación con respecto a ese grupo de personas, fue que hubo directores (o dirigidas) que usaban la dirección espiritual para presionar o influenciar en ámbitos de gobierno, cosa de suyo gravísima. Al menos, esa era parte, una parte importante, de la explicación oficial (hoy en día, hay motivos más que fundados para dudar también de esa explicación, conociendose ya muy claramente cuál es el estilo del oficialismo y su apuesta decidida por la construcción del relato triunfalista y el estilo «indec» para medir el número de vocaciones, de participación en los eventos y calificar al «buen espíritu»).
      El problema actual en algunos grupos religiosos de reciente aparición es exactamente el inverso: se usa el gobierno para invadir la conciencia. Este error parece ser, con toda probabilidad, más grave que el anterior. El anterior es propio de las «camarillas», éste, de lo que Castellani llamaba «fariseísmo».
      Acepte mis saludos. Un servidor.

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      • Estimado Ferdinand.
        Mucho le agradezco su comentario. Puede ser que lo que Ud., dice sea así. Yo nunca estuve muy allegado a los gallineros ni a las fincas. Pero conocí muchas ex monjas (de las camadas fundadoras) que se dirigían con excelentes sacerdotes del clero diocesano y a las que se les prohibió seguir dirigiéndose con ellos.
        A medida que leía el diálogo de locos, recordaba, palabras más, palabras menos, que era lo mismo que esa 1° superiora -que fueron a buscar no sé dónde (¿Puede ser Santiago del Estero?)- les decía a sus monjas.
        La gran crisis fue tremenda: un cimbronazo. No sé cuántas salieron en esos años (principios de los ’90).
        Pero la manipulación de las conciencias fue terrible. Incluso, alguna, era visitada en el Convento por su hermano seminarista para convencerla que tuviera buen espíritu.
        Otras, pobres, pasaron años y años y terminaron mal psicológicamente. Y abandonadas a la buena de Dios.
        Sé que el fundador escribió un par de volúmenes sobre ellas. Tal vez, para Cuaresma nos tomemos la penitencia de leerlo.
        Un abrazo en el Señor.

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    • ¡Qué cosa! El estilo germánico no funciona bien para el gallinero. ¡Pobre gallinero! Parece un trágico remedo del último mundial de fútbol: a Brasil, después de Alemania, lo agarró Holanda… Así quedó.

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  7. che loco no le den tanto al Supremo. Uno de los eternos que vino a la junta regional del norte anduvo diciendo que el tema del elefante no lo dejaba dormir… le quedara todavia alguito de conciencia?

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